En el escenario pintoresco de Honduras, dentro de la región costera de Tela, se revela una joya resplandeciente conocida como Jardín Botánico Lancetilla. Este edén terrenal, con un bosque húmedo tropical de encanto sin igual, se presenta como una gloriosa manifestación de la biodiversidad botánica que puebla la tierra.
Este rincón de esplendor natural abarca un total de 1,681 hectáreas. A la sombra de su cobertura vegetal diversa y exuberante, Lancetilla se posiciona como el único Jardín Botánico en Honduras, y tal vez uno de los más extensos de América Latina.
En este vasto espacio, la diversidad de la flora nacional y exótica se manifiesta como un cuadro vivo, un mosaico de especies colectadas a lo largo de casi diez décadas de historia, provenientes de diversas zonas tropicales del mundo.
Las dimensiones de Lancetilla son maravillosas, donde 1,261 hectáreas conforman una reserva natural, 350 hectáreas se destinan a plantaciones y 70 hectáreas albergan un preciado Arboretum, o sea una colección de árboles leñosos. La colección de vida vegetal que alberga contempla alrededor de 1,500 especies, principalmente plantas tropicales y frutales.
Los senderos trazados con precisión conducen al visitante, a desvelar las curiosidades que encierran las especies animales y vegetales que cobija este vasto jardín. Dentro del catálogo de maravillas vegetales, la Colección Nacional de Orquídeas resplandece como un tesoro de fragilidad y gracia.
Además, en el vivero del jardín, los amantes de la naturaleza encuentran plantas de árboles frutales y ornamentales, tanto para interior como para exterior, disponibles para su adquisición. El sello distintivo de Lancetilla, radica en su abundancia de árboles de gran porte, adornados con la elegancia de bromelias, orquídeas, aráceas, helechos y musgos.
La riqueza de árboles frutales que anida en Lancetilla, hace de este jardín un refugio ideal para los amantes de las aves. La variedad de especies aviares que colorean sus cielos otorga un espectáculo fascinante. Entre ellos destacan los trogones, oropéndolas, motmots, tucanes y el pajuil, desfilando ante los ojos atentos de quienes observan con paciencia y admiración.
Un pasaje inolvidable en el itinerario del visitante es el túnel de bambú, una plantación centenaria que reviste de magnificencia al recorrido. De igual modo, el camino escoltado por palmeras se erige como un ícono de Lancetilla. Así, cada paseo a través de Lancetilla se convierte en un viaje al corazón de la naturaleza, donde lo familiar y lo exótico convergen en un mosaico de belleza inigualable.
Las producciones agroforestales que hoy colman los campos de Atlántida, tienen su origen en el Jardín Botánico Lancetilla. Un ejemplo notable es el rambután, nativo del sureste asiático, pero que en estas tierras hondureñas florece en abundancia. La contribución de Lancetilla a la vida cotidiana del departamento de Atlántida, es un testimonio vivo de su propósito como faro de investigación, conservación y conexión entre la naturaleza y la humanidad.
El Jardín Botánico Lancetilla, es una sinfonía botánica que resuena en su diversidad y belleza natural. En cada rincón, en cada sendero, se despliega la grandeza de la flora de Honduras y del mundo, un tributo a la vitalidad y la creatividad de la vida vegetal. Lancetilla invita a la reflexión sobre nuestra relación con la naturaleza y nos insta a preservar y apreciar la riqueza inigualable, que compartimos con cada planta que florece en este rincón de la tierra.